La vida apesta. Todo cuesta un huevo, todo sale peor de lo que pensamos, más caro de lo que imaginamos, es más pequeño de lo que lo deseamos. Apesta. No es culpa de que salgas poco. Ni mucho. Ni de tu frustrante trabajo. Ni de tus adicciones, sean las que sean. Es el equilibrio del mundo: todo tiende a empeorar. Y sobre todo apesta este blog. Blog de mal gusto y mala sintaxis. La democracia de Internet… realmente apesta.

viernes, 7 de octubre de 2011

HSBC



Me robaron la billetera. Luego de dos horas esperando que me atendieran los del call center del HSBC -y todavía faltándome una hora más para que me atendieran- mandé un mensaje por web. 
Qué suerte que me respondieron!

viernes, 8 de julio de 2011

COLGUÉ

“Colgué”. Lo escucho 70 veces por día.

“Colgué” lo explica todo: No entregás el laburo? Colgué. Te olvidaste de llamarla? Colgué. Se te pasó el cumpleaños? Colgué. Abriste la hornalla, no encendiste el fósforo y explotó tu casa? No me digas nada: colgaste.

A los estudiantes que hoy “cuelgan”, los estudiantes de ayer les decimos: en nuestra época inundábamos la casa, nos poníamos papel secante en los pies, matábamos abuelos (siempre llevando la cuenta de cuántos abuelos habían muerto), en definitiva: usábamos la creatividad aplicada a las excusas. En nuestra época excusarse era un arte que practicábamos frente al espejo.

“Colgué”, me dice gente que tiene celular, computadora, i-touch, que hasta podría programar al GPS para que le diga “gire a la izquierda y entregue el purísimo trabajo” con voz de española alzada, si tuvieran dos dedos de dignidad.
Colgás? Anotá, hijo de puta. Tatuate como Memento. Grafiteá la casa como Charly García, me chupa un huevo cómo pero no cuelgues. No sos una Comodore 64. Los humanos no cuelgan. No deberían.

Odio la excusa, pero lo peor de todo es que odio el término en sí mismo porque no lo entiendo.
Acá estoy, entonces, intentando subirme a la moda.

“Colgué, o el término que todo lo explica en la posmodernidad”


lunes, 13 de junio de 2011

LA DEPRESIÓN DEL OPTIMISTA






El hecho lo ameritaba. Por primera vez en el año hice uso del chaleco de fotorreportera y fui a la despedida del gran Martín Palermo.
Bastaron pocos minutos para que recordara por qué había dejado de ir. Credencial y chaleco para que nos den la entrada. La entrada la pasamos por dos molinetes. Nos anotan el número de socios de ARGRA 4 veces hasta entrar al campo de juego. Entramos y ahí convivimos con policías, organizadores de a cientos, parientes cercanos, lejanos, políticos, porristas, chiveros, falsos policías, falsos organizadores, falsos parientes, falsas porristas y falsos chiveros.
Cuando quisimos ubicarnos detrás de los arcos vimos que, donde debería haber espacio vacío había parlantes, consolas, trípodes, gordos, ratis y trolas. Nos ubicamos igual, en recovecos. No somos pedigüeños los fotorreporteros. Por eso, a lo único que atinamos es a pedirle a la horda de colados que por favor caminen rápido cada vez que pasan por delante nuestro. Llega el final y nos ponen detrás de una cuerda, a espaldas del evento. Vemos volar a Martín, pero no vemos los brazos de los que lo sostienen. Mario Pergolini se encarga de tapar lo poco que podemos encuadrar. Nada, pero nada de nada de la emoción que pueden sentir los que lo miran por TV llegamos a sentirla nosotros, que nos pasamos toda la noche gritándole a los colados (que por supuesto pasean del otro lado de la cuerda) que nos dejen laburar.
750 técnicos y ninguno que sepa enchufar los micrófonos para que no se corten cada 5 segundos. 2000 policías y ni uno mirando a la hinchada. Martín sigue puchereando a lo lejos.
La ficción del optimista hoy no tuvo el final que esperábamos, 1 a 1 mediocre y lo peor: sin gol de Palermo. El milagro no llegó. Tal vez se debió a que el Titán lloraba cada vez –sí, cada vez- que la Doce coreaba su nombre. O tal vez se trate de una ficción francesa, donde los buenos son buenos, pero nunca ganan.
Las despedidas apestan. Y muerto Martín, muerto el optimismo.
Solo para llevarle la contra a todo lo que yo viví, las fotos se ven emotivas. Las fotos tienen ese don: el de mostrar parcialmente. El de congelar un momento y borrar los otros. Martín también tiene un don: el don de volar por los aires, de revolcarse de fútbol, buscar siempre, de lograr que hinchas del otro equipo se queden a ver su despedida, de jugar y llorar como un crío.
Será por eso que todo esto se ve lindo, pero la fotografía apesta como las películas de Hollywood. Como la vida de Palermo, que como bien dijo Bianchi sin anestesia en el video homenaje: lo que viene no tiene nada que ver con lo anterior. Lo que empieza es todo sufrimiento y casi nada de goce.
Gran motivador de La Vida Apesta, este Carlitos. Si no cobrara tan caro, lo contrataríamos de colaborador.



domingo, 12 de junio de 2011

GOLPE BAJO

Queridos súbditos equipo:


Ayer cuando fui al Luna Park a ver gatos boxeo, noté que me habían hecho caso cuando les pedí que no midan gastos a la hora de imponer mi marca imagen para que todos los boludos electores se acuerden de mí en las próximas elecciones.
Quiero contarles algo que aprendí: "muchos lugares" no es "cualquier lugar". La próxima vez que empapelen un lugar con mi slogan eviten ponerlo donde algún chorro representante de la clases bajas que busca salvarse pueda agarrarse las pelotas con gestos de dolor.
Váyanse todos a cagar. Besis.


Fran De Narvaez.





domingo, 27 de febrero de 2011

FURCIOS DEL GRAN DIARIO

A un mes de este inocuo pero bochornoso error de tipeo en la tapa del Gran Diario Argentino...


... LVA saca a la luz otros errores y furcios del verano, que pasaron desapercibidos por ser menos groseros:




La sección de Deportes no se queda afuera de los errores de tipeo. Por ejemplo: donde se lee “RIVER APESTA” debió leerse “RIVER APUESTA” ya que, a pesar del pase apresurado del Burrito a All Boys y de tener un plantel conformado mayormente por chicos del semillero, River apuesta a dejar atrás el fantasma de la promoción.


Otro lamentable error es el producido con el vicepresidente de la Nación: donde dice “COBOS Y LA TRAICIÓN” debió leerse “COBOS Y LA TRADICIÓN” ya que se relata el paso de Julio Cobos por el tradicional festival folklórico de Cosquín.


Señor político: tenga cuidado con el apoyo que usted compra. El inconsciente se manifiesta aunque el bolsillo esté contento. Este es el caso del titular en el que se lee "ASALTANDO BUENOS AIRES" y debió escribirse "ASFALTANDO BUENOS AIRES", ya que encabeza una larga nota de apoyo al plan de pavimentación que lleva a cabo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.


Lo que parecía un titular sincericida es solamente otra víctima de terribles tipeadores. Donde se lee “CLARÍN MIENTE” debía decir “CLARÍN SIENTE”, ya que lo que le pasa al matutino Clarín es que siente la caída histórica de venta de ejemplares… aunque nadie descarta que sea fundamentalmente por lo que afirma la inocente acusación de que “CLARÍN MIENTE”.


Por último, la nota titulada “LILITA ES PUTA” debió titularse “LILITA ES PUNTA” ya que habla de las históricas visitas de la diputada Carrió a la ciudad balnearia de Punta del Este.

Nota: no todas las tapas fueron confirmadas de buena fuente por lo que ponemos en duda su veracidad.

miércoles, 9 de febrero de 2011

REGISTRO



Hoy renuevo el registro. Qué lejos estaba este momento cuando recibí mi primera credencial. Me acuerdo de que miré el año de vencimiento y pensé “en mil años”. Auch!
Llego con la premisa de no ponerme nerviosa porque “cualquier boludo maneja”. Pero, ¿Viste el tipo de persona que cuando sabe que va a ser evaluada se envalentona, toma toda su lucidez y seducción y conquista? Bueno, nada que ver. Soy lo opuesto. Cuando me veo evaluada dudo de todo. ¿Confirmamos tu DNI? ¿Es 27.226…? Ay… no sé… coca común o coca Light?
Lo primero que entiendo (recuerdo debería decir) es que los que atienden odian todo excepto ponerte cara de preocupación por cualquier cosa. Eso lo aman.
-Hiciste el trámite anterior en el ACA?
-Sí.
-Mmmm… (cara fea). Esperame acá.
Pero mientras espero, en el locker de al lado pasa esto:
-Hiciste el trámite anterior en el ACA?
-No.
-Mmmm… (no veo la cara pero es la misma entonación). Esperame acá.
Ahí se deben ir a un cuartito a tirarse un pedo. Cuando vuelven con cara de haber hecho un esfuerzo terrible -motivo de mi teoría del pedo- te dicen que ya está iniciado el trámite y que esperes en la sala.
La sala es un pasillo con un montón de pantallas LCD de 32”. Desde ahí nos llaman: Tum-tum (de esos que el segundo tum es más agudo que el primero) “Vintone María – Locker 7”. Llaman a otros que van entrando pero Vintone María permanece. Los que estamos sentados empezamos a apostar: se fue a fumar, se arrepintió, se fue con el que vino a sacar el registro en el AUDI, se cagó y la están lavando… Todos participamos menos una señora que está al lado mío y solo mira al frente. Mirada perdida. Yo, que parezco mala pero soy un amor, le digo: (mirando por encima de su cabeza por si me falla la percepción)
–¿Vintone, María? -Ella gira sorprendida- Su turno, María, la están llamando!
-Qué turno? Quién llama?
-Vintone, no escucha el “Tum (grave) Tum (agudo)”?
-No. Nada… Debe estar muy bajito.
El Tum (grave) Tum (agudo) que nos taladra el coco a todos los demás es reemplazado por un PUM grave y seco. El sello rojo de “reprobado” ya bajó al papel en el locker de “Audición”.
-Vintone, corra! Le digo yo con el ímpetu y respeto de un hincha de 1930.
-Hacia dónde? A dónde corro?
-Vintone, al locker 7, como dice el plasma!
-Qué plasma?
PUM! El sello rojo de “reprobado” del locker de “Visión” acaba de dar por terminado el trámite de Vintone María. Todos nos entristecemos. Aunque en el fondo nos alegramos de haberla conocido a ella sin su carrocería metálica alrededor y de no tener que soportarla en la calle en esas condiciones.

Tum (grave) tum (agudo) “Pierri Carolina Locker 5”.

Gabinete de “Audición”
-Te vamos a hacer un estudio muy sencillo. Cuando escuches un ruido levantá la mano.
Y yo me pregunto lo que se preguntaría cualquiera en mi lugar: ¿estoy depilada?
Ok, ok, digan lo que quieran, pero prefiero mil veces pasar por sorda que por Europea.
Depilada = aprobada. Next!

Gabinete de “Visión”
-Hola, pasá, sentate. Queremos evaluar tu agudeza visual…
-Bueno, cómo no. –digo yo- Usted quería ser poeta. Eso lo demuestra la libreta que sobresale de su cartera en la que se ve el comienzo de un manuscrito en verso, pero… de algo tiene que vivir. Además, usted está separada. Aunque todavía no se haya podido sacar la alianza de su gordísima mano, todas las grasas que le cuelgan de su cuerpo demuestran que fue mucho más gorda y ya no lo es, y eso, a su edad, con la menopausia y esas porquerías, sólo lo logra una mujer que dejó de cenar hace ya tiempo.
-Terminaste? Me dice.
-Sí… (aprobé, pienso)
-Buenísimo, la concha de tu hermana, ahora decime qué letras ves en el 5to renglón de la placa…

No sé cómo, pero llego al Gabinete Psicológico.
-Hola, pasá, vamos a confirmar tu DNI, blablabla… Necesito que copies estos dibujos.
Los copio. Mientras, como quien no quiere la cosa, me pregunta:
-Alguna vez hiciste una consulta psicológica?
-Cuenta psicoterapia? Porque hice un año hace ya como 5.
-Sí. Qué te llevó a hacer la consulta?
Pienso: la desigualdad del mundo, el miedo a la muerte, el odio a la diferencia, que mi mamá usaba jeans más anchos que mi papá…
Digo: y… la vida.
Y ahí descubro que mi psicóloga está rebuscando en sus bolsillos para cambiar la música de sus auriculares. La música y yo la aburrimos.
Aprobada.

Pago y a la charla.
Creo que las charlas las hacen grupales para que uno no se olvide nunca de la cantidad de tarados que rodean su auto. Y es que todos encaran la charla como si fuesen a ver un Stand-up.
-Cómo se comportan al volante?
-Y… mal… bastante mal. Dicen risueñas las 4 señoras de adelante.
-Y como peatones?
-Jajaja… peor! Contestan a coro las cuatro boludas.
El pibe que da la charla intenta revertir comportamientos con terapia de shock. Nos pasa videos de choques, nos muestra neumáticos, y nos pasa una bolsa de airbag para que la veamos. Yo intento poner mi cabeza dentro del hueco para descansar para siempre de tanta estupidez, pero no entra.
Justo en el momento en el que el pibe me empezaba a caer bien se manda la burrada:
-¿Saben que el uso del celular aumenta en un 400% el riesgo de accidente? Esto significa que si necesitaban 1 segundo para reaccionar en condiciones normales, hablando por celular necesitarían… 4.
¿4 qué? Cabrón. No entendiste nada… burro! Me saco. Intento calmarme y explicar:
-Para empezar 1 segundo al 400% son como 7 minutos. -Ya las 4 señoras del frente se perdieron- Y no significa que tardes 7 minutos en reaccionar, sino que todos los accidentes que podías evitar en un segundo, en más tiempo ya no vas a poder. Significa que si tenías 20 metros para frenar y no apretaste el freno en 1 segundo acabás de comerte al pelotudo del delivery que viene a contramano, sin luces y escuchando cumbia con los ojos cerrados.
Nadie me entiende. Todos están de acuerdo en que prefieren el tono amable del pelotudo que no sabe nada de matemáticas. Se pasó el tiempo y 20 deformes mentales más quieren hacer su curso mal dado para salir a la calle a matar gente hablando por celular, tomando mate y fumando en el auto.
Nos vamos. Tengo registro pero lo único que quiero es volver a casa para preservarme.

jueves, 13 de enero de 2011

EN QUÉ SE PARECEN




Me dirán: 4 meses de silencio para volver con esta boludez. Y sí, pero vuelvo para decir algo que pensé que nunca iba a decir:
Google apesta.
Regresada de mis vacaciones hice lo que todo el mundo hace en sus primeros 10 días, retomar proyectos que tuve que abandonar el año pasado (y el anterior, y el anterior...). Para comenzar googleé "CONCURSO HUMOR", porque no hay nada mejor que presionarse con fechas límite. Las dos primeras páginas sin demasiadas propuestas, pero volví a ilusionarme cuando vi que Google -siempre tan amable- me ofrecía las "Búsquedas Relacionadas". Las leí y ahí mismo dudé de estar en la página correcta.



WHAT??!!
De verdad... ¿quién atendía ese día en Google? ¿José Paja? 
Y menos mal que no lo tenía delante mío, porque la primera pregunta que surge al leer esto es ¿en qué se parece una pija a un chiste, y lo que es peor, a un ponja? y me alegra mucho no haber tenido a nadie que me respondiera.