La vida apesta. Todo cuesta un huevo, todo sale peor de lo que pensamos, más caro de lo que imaginamos, es más pequeño de lo que lo deseamos. Apesta. No es culpa de que salgas poco. Ni mucho. Ni de tu frustrante trabajo. Ni de tus adicciones, sean las que sean. Es el equilibrio del mundo: todo tiende a empeorar. Y sobre todo apesta este blog. Blog de mal gusto y mala sintaxis. La democracia de Internet… realmente apesta.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Las boludas



Sí, sí… sigan tratándonos de boludas. Dale! Sigan. Qué pelotudas que somos… Sí, no sabés, unas boludas bárbaras. Sigan. Que mientras ustedes nos tratan de boludas nosotras copamos las gerencias, la Corte, los reinados, las presidencias.

Sigan… Qué boludas que somos las minas. No sabés los idiotas que somos. No entendemos nada. Tan idiotas que nos cobramos una mirada de un culo ajeno con unas vacaciones en el caribe o con el cambio del auto por un 0 km.

Dale, trátennos de boludas que mientras tanto nos cogemos entre nosotras y a ustedes les hacemos creer que estamos en Pilates. Qué boludas bárbaras. Que por un pete sacamos una Luis Vuitton y ustedes tienen que invitarnos 50 cenas y si no tenemos ganas, no pasa naranja.

Dale, a las pelotudas explíquenles que si son dos sobres en lugar de uno las medidas se duplican. Re pelotudas somos, que damos el “sí” e inmediatamente somos dueñas de la mitad de lo que produjeron durante toda su vida.

Mirá las minas, qué pelotudas… miralas, que pueden caminar excitadas y erguidas a la vez. ¡¿Inténtenlo ustedes a ver quién es el pelotudo ahora?!

2 comentarios:

  1. Machista de tu parte asumir que las instrucciones están dirigidas a una mujer... en todo caso trata de boludos a todos por igual.

    Me gustó el post de todas formas (si asumo que estas llevando el sarcasmo al extremo).

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  2. Para mí, la aclaración está dedicada a los hombres que la quieren remar a último minuto con una gelatina.

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